Hace tiempo que quería hacer una especie de lista de comprobación o checklist para mis presentaciones, de forma que no se me olvidara nada la próxima vez que tuviera que dar una charla.
Casualmente coincidí con Paul C. Brown -Director de Linux Magazine- en el X Congreso de Hispalinux y presencié su estupenda charla Cómo no hacer una presentación técnica, que trata del mismo tema.
En estos apuntes hay ideas coincidentes en muchos casos y algunas aportaciones de mi propia cosecha, que espero os sean de utilidad. Si quieres añadir cosa, en el menú de esta página tienes la manera de contactar conmigo.
La imagen es importante (dicen una vale ¡más que mil palabras!). No es lo mismo una charla informal a gente joven en un entorno distendido que una ponencia en un congreso de medicina. A menos que seas tan famoso o tan genial que tengas el respeto del público asegurado, mejor vestir correctamente o quizás no te tomen en serio.
Si nunca has oido tu voz desde fuera de tu cabeza, corre a por una grabadora o usa el ordenador para grabarte y escucharte. Puede que suenes como un pato y tú no lo sepas
Normalmente los tonos altos se entienden mejor, pero cada cual tiene su voz y nunca conviene forzarla. Sí que hay que poner empeño que no sea monótona o terminarás con un coro de marmotas.
Yo suelo llevar caramelos sin azucar o pastillas similares por si tengo la garganta muy seca antes de empezar. Tener agua a mano también ayuda y dicen que la menta -por el contrario- puede resecar la boca.
Hay quien prefiere quedarse sentado y quietecito. Creo que escuchar a un busto hablando como si fuera un telediario de una hora es mucho pedirle al público. A veces el protocolo obliga a permanecer en la mesa, pero si es posible levantarse, es mejor moverse por el escenario. Por lo menos así no se duerme el cámara.
Me gustan los títulos incitantes, aunque sean poco descriptivos. Piensa que es lo que hace que tengas o no público. Si el título no es atrayente tendrás que prometer regalos al final de la charla para que la gente entre
Eso sí, no vale es poner un título que no tenga nada que ver con nuestra presentación solo para que la gente pique. ¡ Tu reputación de fullero correrá por Internet !
Intenta que haya un hilo conductor, un guión, en lo que estás contando.
Si usas siglas o nombres de productos, aplicaciones, etc, asegúrate de que tu público sabe lo que son.
Hay quien presenta al principio un índice de la presentación. Personalmente creo que elimina el factor suspense, pero no está mal en según que casos.
Adapta el vocabulario a los presentes. Si son técnicos puedes usar jerga. Si no, mejor habla llanamente.
Si el tema es arduo, intenta intercalar bromas o anécdotas para que haya cambios de intensidad.
Esas presentaciones (la mayoría, por desgracia) que sólo muestran frases, y que además son justo las que pronuncia el ponente, me parecen lo peor que se puede hacer en un estrado. Siempre pienso que para eso mejor me las dan en PDF y me las leo en un minuto.
Prefiero unas fotos o gráficos que complementen mi charla y ser yo quien explique el tema a tratar. Si tengo tiempo, prefiero usar fotos hechas por mí o imágenes de licencia libre antes que las típicas que vienen con el editor de presentaciones.
Eso no quiere decir que no se deba poner ni una letra en la presentación. Simplemente hay que evitar que sea exactamente nuestro discurso lo que estamos mostrando.
Cuidado con la resolución de pantalla y con el tipo de letra que escojamos. Si presentamos con nuestro propio ordenador, entonces no importa, pero si usamos otro, puede que nuestra vistosa presentación no entre en la pantalla o que los tipos de letra no existan y se vea todo fatal.
Yo uso OpenOffice y por tanto mis presentaciones está en formato OpenDocument. Si el ordenador para la presentación no tiene OpenOffice, mejor pasar la presentación a PDF o incluso exportarla a una secuencia de imágenes sueltas.
Si puedes, averigua con antelación donde se hará la presentación y con qué medios, y llévalo todo preparado en un formato compatible. Pregunta si llevas tu propio portátil o si no es así, qué sistema operativo tiene, qué aplicación de presentaciones, y qué resolución de pantalla.
Así evitas sorpresas.
Uno de los puntos flacos de los que Murphy siempre se aprovecha.
Intenta no llegar a última hora y, si vas a proyectar algo, comprueba que la salida de video funciona y es compatible con la resolución del proyector. Si no te sabes la presentación de memoria necesitarás ver la pantalla al mismo tiempo que se proyecta. En algunos portátiles es complicado tener ambas salidas activas simultáneas, así que has los experimentos pertinentes en casa o en la oficina antes de que sea tarde.
Aunque conozco a algún amante del riesgo que lo hace, yo no me atrevería a hacer una presentación sin enchufarlo.
También suelo usar un ratón de mano, inalámbrico, al que pongo pilas nuevas antes de cada evento. Me sirve para pasar las páginas sin tener que ir a donde está el ordenador. Añade un factor de riesgo, pero me da movilidad. Aun así procuro probarlo antes de empezar, para saber hasta donde me puedo mover (unos cinco metros alrededor del portátil).
Si llevas tu ordenador hay un par de cosas que es mejor revisar antes de empezar:
Con temas y público muy determinados, se pueden aprovechar algunas funcionalidades de los nuevos escritorios, como la posibilidad de tener dos o más escritorios o los efectos 3D.
Por ejemplo, puedes tener tu charla en uno de ellos y la aplicación o la web de la que hablas en el otro. Conmutando de uno a otro puedes intercalar ejemplos y añadir dinamismo al discurso. Y si usas un escritorio 3D, ¡ el cambio hará que la gente despierte !
~~DISCUSSION~~